Osa. Quienes caminan en dirección al tómbolo o cola de la ballena en el Parque Nacional Marino Ballena, se percatarse de las raíces expuestas de las palmeras así como su resequedad e inclinación.
Lo que ocurre a esas palmeras es síntoma de erosión costera. Este fenómeno se da cuando se incrementa el nivel del mar, debido al aumento de la temperatura superficial del agua, lo cual provoca mareas extraordinarias.
En el Parque Nacional Marino Ballena, por ejemplo, investigadores de Fundación Keto observaron cómo se inunda el sendero durante marea alta.
También, durante estas mareas, el agua llega hasta el mojón #55, colocado en 1989 para marcar el límite de la playa, cubriéndolo completamente.
Ese aumento de la temperatura superficial del agua también interactúa con la atmósfera, lo cual acelera el viento y este propicia un oleaje más fuerte que rompe con más energía al llegar a la costa, lo que provoca que la playa pierda sedimentos.
En otras palabras, el mar se va adentrando y al hacerlo, está carcomiendo los bordes de la playa, acortándola y modificándola.
Las raíces expuestas de las palmeras es una señal de erosión costera.
Asimismo, el aumento de la temperatura superficial del agua causa estrés en los corales. Debido a ello, estos pierden las microalgas con que viven en simbiosis, las cuales les proveen de color, protección y alimento.
El Parque Nacional Marino Ballena brinda un ecosistema costero de playa, protege a las ballenas y delfines que nos visitan, también a las comunidades coralinas.
Estos son recursos naturales que la comunidad de Bahía Ballena ha sabido aprovechar a nivel turístico, al punto que esta actividad mueve el 90% de la economía local.
El cambio climático los tiene preocupados, pero -lejos de desalentarse- están buscando soluciones y por eso nos sumamos a este esfuerzo.
Para ello, el equipo de Fundación Keto formuló un proyecto que contó con financiamiento del Fondo de Adaptación.
Lo primero que hicieron, fue identificar los impactos del cambio climático que ya se observan en el parque nacional.
Lo segundo fue determinar medidas de adaptación que pudieran implementar tanto los vecinos como los guardarecursos y otras organizaciones que trabajan en la zona.
En total, se definieron siete medidas:
Monitoreo de playas.
Reforestación con especies nativas y cocos.
Sendero temático sobre cambio climático.
Nueva versión del sello Sea Star System.
Mejoras a la infraestructura de viviendas, hoteles y otros negocios.
Promover una mejor gestión de residuos sólidos.
Módulos educativos sobre cambio climático.
En la Fundación Keto se mantendrán trabajando en este tema.
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