Consejos de ONU para ayudar a los hijos en tiempos de cuarentena

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Este 1° de junio se conmemora el Día Mundial de las Madres y Padres de familia, luego que la Organización de Naciones Unidas (ONU) así lo determinó en 2012.

El renocimiento nació por el esfuerzo que los progenitores realizan para críar a sus hijos.

«Destacando el papel crítico de los padres en la educación de los niños, el Día Mundial de las Madres y los Padres reconoce también que la familia tiene la responsabilidad principal en la alimentación y en la protección de los niños. Para el pleno y armonioso desarrollo de su personalidad, los niños deben crecer en un ambiente familiar y en una atmósfera de felicidad, amor y comprensión», dice la declaración en firme desde el 17 de septiembre del 2012.

Según la entidad, los mayores retos, que tienen los gobiernos con la familia, se basan en erradicar la pobreza y combatir el hambre. Ya que son los problemas principales que desmembranan la relación entre padres, dejando a los niños en medio.

Pero más allá de los cientos de temas que giran en torno a la crianza. Las circunstancias generadas por el Coronavirus COVID-19, crean un ambiente diferente para los niños.

Es por eso que ONU da un manual de seis maneras con las que puede ayudar a sus hijos a sobrellevar los tiempos del COVID-19.

Los consejos provienen de la doctora Lisa Damour, «experta en psicología de la adolescencia, columinista mensual del The New York Times y madre de dos hijas».

Hablar del miedo de enfermarse de COVID-19

Sin duda alguna, las constantes noticias, informaciones, conversaciones y actitudes entorno al COVID-19 pueden generar varias reacciones negativas en niños y adolescentes.

La incertidumbre, ansiedad, estrés son algunas de las secuelas del contexto que atravesamos.

La Dra. Lisa Damour recomienda explicarles que: 1) nadie está excento a enfermarse; 2) la enfermedad golpea menos a niños y jóvenes; 3) hay que ser sumamente aseados para evitar contagios; 4) incentivarlos a que si sienten síntomas lo digan; 5) mostrar empatía ante los sentimientos que ellos demuestren.

«Otra cosa que podemos hacer es ayudarles a nuestros hijos a pensar en los demás. Decirles, por ejemplo: ‘Sé que tienes mucho miedo de contraer el coronavirus, pero parte de la razón por la que te pedimos que hagas todo esto –lavarte frecuentemente las manos, no salir de casa– es que así también cuidamos a los miembros de nuestra comunidad. Porque también debemos pensar en la gente que nos rodea’”, señaló.

Hacer una rutina

“Recomiendo firmemente que los padres elaboren un programa diario que incluya ratos para el juego y el esparcimiento –durante los cuales los niños pueden hablar por teléfono y conectarse con sus amigos–, además de tiempo libre de tecnología y tiempo para ayudar en la casa. Debemos pensar en lo que valoramos y necesitamos, y crear una estructura que lo refleje. Para nuestros niños será un gran alivio poder predecir lo que ocurrirá cada día y saber cuándo deben trabajar y cuándo pueden jugar”, recomendó la Dra. Damour.

Para los más grandes, la especialista sugiere que sean ellos los que hagan la rutina, así se les involucra.

La estructura es sumamente importante en los menores, ya que les permite hacerse idea de todo lo que viene al día siguiente.

«Estructuren sus días de modo que primero lleven a cabo las actividades que no se deben postergar: las tareas escolares y todos los demás quehaceres. Para algunas familias es más conveniente que estas actividades se realicen al comienzo del día. Otras familias prefieren que el día comience un poco más tarde, después de dormir y de disfrutar el desayuno juntos”, apuntó refiriéndose a los más pequeños.

La doctora dijo ser consciente que no todos los padres estarán en casa, por lo que la lista debe estar adecuada para quienes supervisen a los menores.

Combatir la decepción

Quedarse en casa, perder salidas al parque, en bicicleta, a la escuela o cualquier lugar fuera de casa, puede generarles decepción y estrés.

Para este caso, la Dra. Damour aconsejó que los adolescentes son los que se ven más afectados. Por lo que debe permitirles que expresen su tristeza o sentimientos.

«Todo esto representa una gran pérdida para los adolescentes. Es peor para ellos que para nosotros porque nosotros lo comparamos con las experiencias que hemos tenido a lo largo de nuestras vidas. Debemos apoyar a nuestros hijos y explicarles que es normal sentirse profundamente tristes y frustrados por las pérdidas que están sufriendo. En caso de duda, lo mejor que podemos hacer es mostrarles empatía y apoyo», sugirió.

Saber qué escuchan, leen o piensan

En la web hay tantísima información sobre el COVID-19 que mucha es cierta, pero hay otro gran montón que es falsa.

Lo primero para hablar con los hijos sobre el tema, debe basarse en tener pleno conocimiento sobre qué saben y qué no.

A partir de ahí orientarles y en caso de no tener alguna respuesta, consultar a fuentes oficiales como la Organización Mundial de la Salud (OMS).

«Muchos niños están siendo víctimas de intimidación y abuso en la escuela o en línea en torno a la enfermedad del coronavirus (COVID-19). Es importante que sus hijos sepan que ustedes siempre están ahí para ellos en caso de que sufran acoso. La mejor manera de abordar cualquier tipo de intimidación es recurrir a quienes comparten espacios con sus hijos y presencian esa clase de incidentes. No conviene alentar a los niños que sufren intimidación a confrontar a los acosadores. Más bien, debemos alentarlos a acudir a amigos o a personas adultas en busca de ayuda y apoyo”, dice el documento de ONU.

El reto: encontrar distracciones

Con más tiempo en casa o juntos, ¿cuántas actividades están haciéndose en familia?

La Dra. Damour aconseja que cada cierta cantidad de días se organicen actividades o juegos en familia.

En el caso personal de ella, aprovecha para reunirse con sus hijas.

«Decidimos formar equipos de dos y rotarnos, de modo que cada noche un equipo preparará la cena para la familia”.

Con este tema hay un reto: los dispositivos electrónicos y los adolescentes.

La especialista sugiere que se hable con el hijo y se le diga que es entendible que en estos días hay más tiempo libre, pero que no es sano pasar mucho tiempo en la pantalla. Que proponga alternativas de cómo equilibrar el uso con la distracción.

¿Algo no está bien?

“Desde luego, los padres también sentimos ansiedad y nuestros hijos identifican las señales emocionales que transmitimos”, explica la Dra. Damour. “Yo pediría a los padres que hagan lo que puedan para controlar su ansiedad y que no compartan demasiado sus temores con sus hijos. Esto podría implicar dominar las emociones, lo que a veces resulta difícil, especialmente cuando son muy intensas”.

Los niños dependen de sus padres para sentirse seguros. “Recordemos que nuestros hijos son los pasajeros en esta difícil situación y que nosotros somos los conductores que les ayudan a atravesarla con éxito. Así pues, aunque nos sintamos ansiosos, no podemos dejar que nuestro malestar emocional les impida sentirse seguros”, concluye el texto de ONU.