Decomisaron 22.6 millones de colones en productos contrabandeados en la Zona Sur

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Golfito. Como parte de los operativos que realiza la Policía de Fronteras este fin de año en la zona sur para combatir el trasiego ilegal de todo tipo de mercancías, este fin de semana los oficiales destacados en el puesto de Kilómetro 35, ubicado en Guaycará de Golfito, le asestaron importantes golpes a la evasión fiscal.

La tarde del viernes, por ejemplo, durante un patrullaje por el Kilómetro 31, los oficiales de la Policía de Fronteras interceptaron tres vehículos, uno de ellos había sufrido un accidente, por lo cual los oficiales se acercaron para prestarle ayuda al conductor.

Cerca del citado vehículo estaban otros dos y cuando los policías procedieron a indagar sobre lo que estaba ocurriendo, se percataron de que el carro accidentado estaba cargado de cigarrillos, pero los ocupantes de los otros dos vehículos estaban haciendo un transbordo desde ese auto a los otros.

Los oficiales fronterizos, al determinar de que no había ninguna persona lesionada, solo los conductores de dos carros, procedieron a aprehenderlos, siendo identificados como dos costarricenses de apellidos Cruz y Gonzaga.

Cabe indicar que con respecto al tercer vehículo no se logró dar con ningún sospechoso, pues sus ocupantes dejaron el auto abandonado al percatarse de la presencia policial.

Entre los tres vehículos transportaban 265.980 cigarrillos, los cuales habían sido introducidos sin el debido pago de impuestos desde territorio panameño. Su valor en territorio nacional podría rondar los 23 millones de colones.

Esa misma tarde, pero en el Puesto de Kilómetro 35, durante la revisión de un camión conducido por un costarricense de apellido Alvarado, quien transitaba de la frontera sur con rumbo al Valle Central, los policías fronterizos descubrieron un cargamento de licor contrabandeado desde Panamá.

La mercancía estaba oculta debajo de una madera vieja, así como en un viejo estañón, mecanismos de ocultamiento que no fueron suficientemente válidos para engañar a los miembros de la Policía de Fronteras, los cuales encontraron todas las 60 unidades de diversos licores que Alvarado pensaba que había escondido muy bien.

Dichos oficiales además de haber sido entrenados por el Departamento de Aduanas de Estados Unidos, constantemente están descubriendo métodos de ocultamiento no solo de licores, sino de armas, pólvora, drogas y dinero, así como otros artículos como ropa y perfumes.

Como es usual en estos casos, todo lo decomisado quedó a la orden de la Policía de Control Fiscal del Ministerio de Hacienda.