El Museo Nacional de Costa Rica (MNCR) ofrecerá una serie de actividades para celebrar los nueve años de la declaratoria, como patrimonio mundial, de cuatro sitios con esferas de piedra, ubicados en el cantón de Osa.
Fue el 23 de junio de 2014 cuando la UNESCO declaró cuatro sitios con esferas de piedra del Diquís como patrimonio de la humanidad, por su valor universal y excepcional.
Para recordar, informar y reflexionar acerca del equilibrio de las relaciones entre los seres humanos y su entorno, el MNCR ofrecerá el Festival del Patrimonio Mundial, el 25 de junio, en su sede en el antiguo Cuartel Bellavista en San José.
La oferta incluye espectáculos artísticos, venta de artesanías, comidas y puesto informativo a cargo del SINAC-MINAE.
También, habrá la exhibición: “memoria Brunca: Cagrú^Rojc – Boruca | Rey Curré”, que se trata de una muestra fotográfica documental del fotógrafo José Díaz, que se inaugura el viernes 23 de junio, a las 6 p.m., en el jardín del MNCR.
El Juego de los Diablitos es una tradición ancestral de los pueblos originarios de los territorios de Rey Curré y Boruca, localidades ubicadas en Buenos Aires de Puntarenas y fue declarada el 14 de diciembre del 2017 como Patrimonio Cultural Inmaterial de dichas comunidades.
Cabe indicar que Costa Rica cuenta con cuatro monumentos arqueológicos patrimonio mundial: Finca 6, Batambal, Grijalba-2 y El Silencio, todos ubicados en el cantón de Osa, Pacífico Sur. Cada uno de ellos tiene vestigios de antiguas sociedades precolombinas, que los hacen únicos y excepcionales en el mundo, por esto es que la UNESCO les dio esta categoría de patrimonio de la humanidad.
De estos cuatro monumentos, Finca 6, ubicado en Palmar de Osa, está abierto al público. Cuenta con un museo de sitio con exposiciones permanentes y temporales y el visitante puede adentrarse en el monumento para ver los alineamientos de esferas en su sitio original, montículos y un sitio con esferas que no están en contexto (en su sitio original).
Fue el 23 de junio de 2014 que la UNESCO que hizo esta declaratoria. El plan de manejo, la investigación y la divulgación científica- educativa que ha llevado a cabo el MNCR, han sido los pilares para conservar el prestigio de este patrimonio mundial.