El 29 de enero será una de las fases más importantes del Juego de los Diablitos en Rey Curré

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Desde este viernes, la comunidad indígena de Rey Curré en Buenos Aires, está de fiesta con su tradicional Juego de los Diablitos, una de las ceremonias indígenas más antiguas de Costa Rica, declarada Patrimonio Cultural Inmaterial del país desde 2017.

Iniciaron a las ocho de la mañana, cuando los diablitos regresan a la acción, con una aparición inesperada de un actor que se convierte en figura, por el resto de los días de lucha, en su peor enemigo: el toro. Una figura simbólica semejante a un toro real, elaborado con madera liviana y atada a una cachamenta con la que embiste a los diablitos, interpretados por jóvenes indígenas del pueblo, vestidos con sacos de gangoche, con sus rostros protegidos por máscaras de madera de balsa con diseños zoomorfos y antropomorfos.

Este sábado 28 de enero, se desarrolla el segundo día de actividades con un recorrido similar al día anterior, donde se suman más cantidad diablitos a la lucha.

Mientras que el tercer y último día de Juego, es decir, el domingo 29 de enero, a eso de las 4 p.m., los diablitos son parcialmente doblegados por el toro en una de las fases llamada “La tumbazón”, una de las fases más importantes de esta lucha que representa una transición hacia el desenlace del juego.

El toro, al dejar “tumbados” a los diablitos, huye a refugiarse en la montaña; no obstante, los diablitos despiertan casi de inmediato al sonido de los cambutes y caracoles que suenan los Mayores, se reincorporan a la lucha y juntos van tras la cacería del toro, que se esconde en el monte.

Lo encuentran, lo atan y lo llevan arrastrado al centro del pueblo donde lo matan, lo queman en una hoguera y, en señal del triunfo, se reparten de manera simbólica sus partes, concluyendo así el tradicional “Juego de los Diablitos” Curré/Yímba 2023.

Esta tradición es abierta al público y de manera gratuita. La comunidad no posee servicios de hospedaje.

Por lo que se recomienda a los visitantes tomar en cuenta este detalle; reservar hoteles y cabinas en Palmar Norte y Buenos Aires, localidades ubicadas a 20 minutos de Rey Curré, en carro. En la comunidad se cuenta únicamente con algunos espacios abiertos para acampar.

El Juego de los Diablitos reviste un significado muy importante para esta población porque rememora un acontecimiento épico, en el que indígenas borucas repelieron a los enemigos y continuaron habitando las tierras de sus antepasados.

La comunidad sostiene que, históricamente le han llamado diablitos porque los mismos invasores consideraron a los indígenas como “rebeldes, malos o diabólicos”, por no recibirles de buena forma ante el proceso conquistador.

Sin embargo, la comunidad se autodefine como guerreros, luchadores, defensores de sus valores y recalcan que dicha tradición más que un juego, es una lucha, un enfrentamiento, un combate de un pueblo indígena que sigue defendiendo sus derechos culturales.