En el Parque Nacional Corcovado se implementa, de forma constante y sistemática, el monitoreo de mamíferos terrestres utilizando cámaras trampa.
Desde el 2012, se ha aplicado en este Parque Nacional, el monitoreo de huellas de mamíferos, y es a partir del 2015, que inició, el trabajo con cámaras trampa.
Para 2023, datos preliminares, que forman parte de la línea base sugieren que, el indicador de diversidad verdadera de especies terrestres en el Parque Nacional Corcovado, se puede calificar como muy buena. Esto significa que, el número de especies en el Parque Nacional se encuentra dentro de un ámbito aceptable.
Por otra parte, el indicador sobre transferencia de energía para mamíferos terrestres, se califica como buena, lo que significa que, entre especies de herbívoros y depredadores se transfiere de forma aceptable. En general y de forma preliminar, los datos PRONAMEC para el Parque Corcovado sugieren que, en el año 2023, la integridad ecológica en ese Parque es buena. (SINAC, 2024).
Alejandro Azofeifa, es la persona que se encuentra detrás del monitoreo de biodiversidad en el área protegida.
El monitorear es una pasión para Alejandro, tanto así que se ha convertido, en uno de los referentes de la Península de Osa en la materia.
Hace 3 años, Evelyn Solano, se unió al trabajo de Alejandro, que es, además, funcionaria del Parque Nacional, apasionada por el bosque, siendo actualmente entrenada por Azofeifa, para que, en un futuro, lidere el monitoreo.
De forma ordenada y constante, Evelyn y Alejandro colocan, revisan y toman datos de 20 cámaras trampa en el Parque Nacional Corcovado. Para indicadores de integridad ecológica de aves y mamíferos terrestres del área protegida, se logró recopilar información de estudios previos, que permitieron construir la línea base para el Parque Corcovado y el Reserva Forestal Golfo Dulce.
En este ejercicio, se agradece de actores clave como Conservación Osa, Aves de Osa, Raquel Bone y el proyecto Jaguar Osa, dirigido por el Dr. Erick Olson.