La comunidad indígena de Rey Curré/Yímba se prepara para celebrar su festividad cultural más importante del año: el Juego de los Diablitos; una tradición ancestral que rememora las luchas rebeldes que tuvieron sus antepasados ante los procesos de conquista, hace más de 500 años.
La manifestación involucra una serie de actores que participan de manera secuencial, iniciando, en esta oportunidad, el jueves 26 de enero, a la medianoche, con la llamada “nacencia de los diablitos” y la ceremonia finaliza el domingo 29 de enero, en horas de la tarde-noche.
Desde hace varios días, se han realizado una serie de mejoras en la infraestructura comunitaria con el fin de recibir a todos los visitantes quienes podrán disfrutar de mucha chicha para compartir, así como comidas propias de la gastronomía local.
La comunidad ha preparado espacios para facilitarle a los visitantes, un lugar donde puedan acampar durante estos días festivos y también se podrá hacer recorridos guiados por el río en kayak, con todas las medidas de seguridad.
Para iniciar esta tradición, los diablitos suben en silencio a una loma cercana al pueblo, se visten con sus atuendos y esperan con respeto a que sea exactamente la medianoche.
El estallido de bombas anuncia que la lucha ha iniciado.
De inmediato, los diablos mayores suenan sus caracoles y el ritual es acompañado por sonidos de tambores, flautas y acordeón, así como la algarabía de los diablitos, quienes gritan, se abrazan, bailan, saloman y empiezan a descender de la loma, dirigidos por los diablos mayores, quienes son los jefes o encargados de dirigir la comitiva.
El pueblo entero se une a esta tradición acompañando a los diablitos; juntos recorrerán, hasta el amanecer, todas las casas de la comunidad en donde son recibidos por sus anfitriones, con mucho entusiasmo, mientras comparten chicha de maíz, tamales de arroz y otras comidas.
Esta práctica es una de las ceremonias indígenas más antiguas de Costa Rica, declarada Patrimonio Cultural Inmaterial del país desde 2017.
El Juego de los Diablitos reviste un significado muy importante para esta población porque rememora un acontecimiento épico, en el que indígenas borucas repelieron a los enemigos y continuaron habitando las tierras de sus antepasados.
La comunidad sostiene que, históricamente le han llamado diablitos porque los mismos invasores consideraron a los indígenas como “rebeldes, malos o diabólicos”, por no recibirles de buena forma ante el proceso conquistador.
Sin embargo, la comunidad se autodefine como guerreros, luchadores, defensores de sus valores y recalcan que dicha tradición más que un juego, es una lucha, un enfrentamiento, un combate de un pueblo indígena que sigue defendiendo sus derechos culturales.