Buenos Aires. A partir de la medianoche de este jueves 31 de enero, iniciará en Rey Curré una de las tradiciones indígenas más antiguas de Costa Rica: El Juego de los Diablitos.
Con sus vestuarios que les caracteriza, los indígenas subirán en silencio hacia un pequeño cerro que dista de unos 500 metros de la comunidad y desde ahí, inicia la ceremonia.
Ya vestidos, esperan que sea las doce medianoche y el diablo mayor suena su caracol una y otra vez, seguido por salomas de los diablitos que han nacido.
El sonido de tambores y acordeón acompañan a la comitiva que se aprestan a descender en busca de la primera casa en donde danzarán, gritarán salomas y compartirán en comunidad de los ricos platillos y la infaltable chicha de maíz.
Las vistosas máscaras que protegen los rostros de los diablitos es una de los atractivos que más distingue a los actores que esperan que sea el día siguiente para enfrentar al toro que enmarca una nueva fase del juego: la confrontación toro – diablitos.
El Juego de los diablitos es una tradición de origen milenaria propia de la cultura indígena boruca que conmemora el drama histórico que tuvieron sus antepasados ante los conquistadores y en el 2017 fue declarado Patrimonio Cultural Inmaterial de Costa Rica, por su valioso aporte a la pluriculturalidad de nuestra nación.
Esta tradición se extenderá hasta el domingo 03 de febrero cuando el toro muere quemado en una hoguera en manos de los diablitos y ante el plácido jolgorio de toda una comunidad que revitaliza su identidad cultural.