Pérez Zeledón. En todo Pérez Zeledón y Costa Rica se vivió un ambiente de optimismo durante la final de la UEFA Champions League, y no era para menos, pues bajo el marco del club más ganador de Europa estaba el generaleño Keylor Navas, la cancha de Pedregoso donde hizo sus primeras armas se hizo más grande y su sueño de niño se convirtió en realidad, ser el portero del Madrid en una final Europea.
El juego tuvo de todo, típico de una final del máximo torneo de clubes del mundo, la cuenta la abrió Sergio Ramos, quien repitió gol, tal y como lo hizo hace dos años contra el mismo rival en la final de Lisboa.
Cuando se creía que la final se vestía de blanco en los 90 reglamentarios, apareció el belga Yannick Ferreira Carrasco para batir a Navas y enviar el juego a la Prórroga.
Dos tiempos extras que no tuvieron mayores incidencias y que sentenciaba a la definición del título mediante la pena máxima.
En los once pasos Juanfran se convirtió en el villano tras estrellar su tiro contra el vertical de mano derecha de Navas, con eso fue solo cuestión de esperar el tiro de CR7, Cristiano Ronaldo quien marcó el gol de la undécima.
Un gol que permitió al nacional cumplir su sueño, y convertirse en el tercer jugador de CONCACAF que levanta la orejona.
En la celebración en el Bernabeú, Navas fue uno de los más aplaudidos.
Para quienes lo entrenaron desde pequeño, sabían que Navas merecía esto y mucho más.
Con la orejona en las manos de Navas, sus abuelos no dudaron en mostrar su alegría, no sin antes sufrir durante el duelo.
Navas llegó al Madrid en el 2014, tras una gran participación en el Mundial de Brasil y luego de ser elegido como el mejor portero de la Liga Española mientras militaba en el Levante.