Carmen Picado N.
Walter Beita, colaborador.
Coto Bru
La mayoría de las aplicaciones se dieron muy tardías y esto hizo de que no se pudiera controlar la enfermedad a tiempo y ya se aprecia el daño muy severo en los cultivos.
El Gobierno inyectó mil millones de colones a los cafetaleros en insumos pero en esos insumos no se recibió nada para atacar la Roa.
Al quedar los cafetales muy afectados lo que se realiza es pasar a la poda del café y este con el daño ronda un cuarenta por ciento la poda que se viene y esperar a que la poda responda.
Por lo general, hay momentos en que la poda no responde y entonces habría que renovar los cafetales y esto trae un gasto aun mayor en dinero y tiempo.
El problema ya existe y puede seguir repercutiendo en las plantaciones, sino se busca una solución.






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