Además es importante decir, que ocupa un área de 2000 metros cuadrados para la protección de los que se encuentre a su alrededor.
Estos árboles pueden llegar a ser tan altos, de tronco tan grueso y de copa muy amplia, los antiguos Mayas lo reverenciaban y lo llamaban yax-ché y veían en él a un símbolo de poder y majestad.
Las ramas más gruesas de uno de estos árboles pueden llegar a ser más grandes que la gran mayoría de los árboles.
Hay animales que se establecen y viven sobre su copa, y le convierten en verdaderos jardines colgantes.
Pero una de las situaciones que preocupa a los conservadores de estas especies es que sus enormes troncos son una fuente de madera abundante para las construcciones, y en la actualidad se está explotando de manera acelerada y peligrosa.
Y es que año tras año se cortan cientos de árboles gigantes de ceiba de los que se obtienen miles de pulgadas de madera comercial, pero no se planta ni uno solo en reposición.
La extinción de las ceibas es una cuestión de muy pocos años, sin olvidar que por sí solas son el medio natural más efectivo para filtrar y limpiar nuestra atmósfera de los mortales gases dióxido y monóxido de carbono.
Usted podrá reconocer estos árboles, por su altura, a su gran diámetro.